Una de las cosas que encuentro a faltar aquí en Bruselas son los graffitis. Así es, los graffitis.
Me gusta ir caminando por Barcelona y encontrarme a la vuelta de la esquina con un graffiti como Dios manda.
Me gusta ir por las sucias calles de Barcelona y no parar de ver graffitis, stickers, stencils, etc.
Aquí la cosa no abunda, simplemente he visto un par de stencils, que por cierto conocí al chico que los hizo. Era un chico muy majo, estudiante francés de bellas artes en Bruselas.
Me estuvo hablando que había ido una vez a Barcelona de vacaciones y que le gustaron mucho los graffitis de la ciudad. Dice que los graffitis españoles tienen un "toque" que los caracteriza del resto.
No sé que "toque" será, pero ahí está según él.
Lo que más abunda aquí en la capital son los tags, supongo que todos sabéis qué son pero por si acaso simplemente puntualizo que los tags son las "firmas" de los graffiteros. Aunque te puedes encontrar tags muy bonitos, aquí no abundan. Todos son feos y toscos. La mayoría de ellos son una simple línea negra hecha con el spray, la cual según mi humilde parecer, ensucia y desluce más que otra cosa.
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