Este Sábado pasado fui, después de mucho decírmelo a mi mismo, a Brujas.
Nos reunimos los 3 compañeros de piso que somos extranjeros, y junto a una amiga del trabajo de Caroline (la chica francesa) y dos amigos de Antoine (chico francés) que vinieron para este puente desde París, nos fuimos a visitar la "Venecia del Norte".
Tampoco es que tenga tantos canales como Venecia, pero sí que tiene unos cuantos.
Supongo que debía ser algún día especial ya que había montada una feria con: atracciones, tómbola, puestos ambulantes de comida, etc.
Brujas es bonita, es una ciudad con encanto. Está plagada de casas antiguas y tiene un centro histórico interesante.
El problema es que es muy turística, todo el mundo suele ir a Brujas cuando visita Bélgica e incluso gran parte de los belgas también se decanta por visitar esta ciudad.
Vayas donde vayas, de la zona céntrica, te encontrarás con gente paseando por sus calles y visitando la ciudad.
Si no fuera por dicha masificación, no estaría mal vivir en Brujas.
Hay, al igual que en Venecia, canales por los cuales te llevan a hacer ruta turística con una pequeña embarcación, pero tampoco son grandes viajes ni grandes canales.
Justo después de comer, las chicas decidieron ir a mirar tiendas y comprar algo de ropa (sí, aquí el estereotipo de mujer también es el mismo) y los chicos decidieron ir a la feria (sí, también el mismo estereotipo para los hombres).
Menos yo, yo me decidí a ir a hacer unas cuantas fotografías por la ciudad y pasar el rato.
Es entonces cuando más disfrute de la visita a Brujas. Solo, relajado, sin tener que esperar a nadie; ni que te esperen. Vamos, a mi bola.
Además, también fue cuando me "adentré",más hacia el exterior de la zona turística de Brujas y descubrí las calles vacías, con algunas casa echas polvo, los canales sin barcos turísticos, y un silencio descomunal.
No sé por qué pero casi nadie pasaba del "límite" del centro de la ciudad, o de sus principales calles, y se adentraba más a su bola.
Eso es todo, espero que os gusten las fotos o que os hagáis una mínima idea de la ciudad y si por casualidad alguna vez visitáis Bélgica o la atravesáis de paso a algún lugar, visitad Brujas. No os defraudará.